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Orquídea phaleanopsis blanca.

 Desde floristería Trébole os damos una serie de pautas para cuidar de las orquídeas. El primer paso es identificar el género de su orquídea. Si usted ha comprado la planta o le han regalado una, probablemente vendrá con una pequeña etiqueta donde indica el género de la orquídea (phalaenopsis, oncidium, cambria, dendrobium, vanda, etc.). Esto le ayudará en sus cuidados, ya que cada una de ellas lleva unos cuidados específicos, aunque los cuidados básicos mas o menos son los mismos.

  •  Las orquídeas, en general, necesitan mucha luz pero, salvo algunas excepciones, nunca luz directa del sol. Por tanto debe ubicarlas en un lugar cerca de ventanas, balcones o terrazas interiores donde el sol no dé directamente.
  •  El sitio donde las coloquemos debe ser de fácil aireación. Las orquídeas no soportan los ambientes demasiado cargados (humos, contaminación, vapores orgánicos, etc.).
  •  Aunque necesitan cierta renovación de aire, evite siempre las corrientes directas de aire ya que no los soportan (salvo las Vandas) y producen la caída prematura de las flores.
  •  También necesitan que el ambiente no sea excesivamente seco. Esto puede agravarse en invierno si disponemos de calefacción central. Hay que apartarlas de los focos de calor y secos.
  •  Las orquídeas provienen de un ambiente tropical en su mayoría. Por tanto, tiene que estar al resguardo de temperaturas extremas: Más de 30ºC. o menos de 10ºC. durante todo el año.
  •  La humedad no debería bajar, en la mayoría de las especies, del 35-40%. Esto puede crear ciertos problemas en interiores. Una forma de proveer en casa un cierto nivel de humedad es colocando nuestra orquídea junto a otras plantas o colocar unos platos en su base con grava, bolitas de arcilla u otros productos con algo de agua y sin que lleguen a tocar las raíces. Un lugar adecuado, en algunos casos, pueden ser los lavabos, trasteros, lavaderos u otros, si además tienen condiciones óptimas de luz.
  •  Si la planta se adapta bien a su sitio, es decir, crece, se desarrolla y florece, hay que procurar ya no moverla.
  • Recuerde, pues, que la orquídea debemos colocarla allí donde tiene unas condiciones semejantes a las de su hábitat natural, no tan sólo donde nos quede bonito.

            RIEGOS    

  • Debe emplear sólo agua blanda de baja mineralización. Si usted vive en zonas de agua dura, deberá regarla con agua embotellada o tratada (los equipos de osmosis inversa suelen ofrecer una buena calidad de agua para las orquídeas).
  • Frecuencia de riegos: La regla de oro es que hay que dejar un tiempo entre regado y regado para que el substrato se seque sin llegar al secado total. Normalmente las raíces son unos buenos indicadores del nivel de humedad en el substrato. Raíces de color blanco nos indican falta de agua, raíces de un color verde intenso indican humedad suficiente. Hay que espaciar los regados en invierno.
  • La segunda regla de oro es evitar el encharcamiento de agua en el substrato o en la base de las hojas. Asegúrese que el substrato tiene un buen drenaje. Si el agua se retiene por muchas horas acabaran pudriéndose por el ataque de bacterias y hongos.